Muchos de nosotros partimos del supuesto de que el aire que respiramos a diario es seguro. Por desgracia, esta percepción a menudo es incorrecta y, al igual que la calidad del aire en espacios abiertos, una mala calidad del aire en espacios cerrados puede suponer una amenaza significativa para la salud. Además, puesto que las personas transcurren hasta el 90% de su vida en lugares cerrados, los efectos de la calidad del aire en estos lugares pueden resultar en potencia mucho más nocivos. Por ello, la United States Environmental Protection Agency clasificó la contaminación del aire en los lugares cerrados como uno de los principales riesgos para la salud pública en 2016.
Los agentes contaminantes en los lugares cerrados pueden asumir numerosas formas, como se ha visto en concreto en el último año con espacios mal ventilados asociados a un riesgo mayor de transmisión del SARS-CoV-2, aunque los más comunes suelen ser los compuestos orgánicos volátiles (COV). Estas sustancias químicas, basadas en el carbono, están presentes en una gran cantidad de productos para el hogar, como por ejemplo ambientadores, detergentes químicos y pinturas. En un mismo momento, puede haber entre 50 y 100 COV diferentes en el aire. Sin embargo, puesto que las sustancias químicas se evaporan fácilmente a temperatura ambiente y tienden a ser inodoras, es difícil identificar su presencia.
Aún más importante: a menudo no existe una única causa de agentes contaminantes internos en una vivienda, y el origen puede estar en problemas estructurales preexistentes. En los últimos años, debido a que el diseño de las viviendas ha dado los primeros pasos hacia edificios más seguros y eficientes en el plano energético, la ventilación en los espacios cerrados de algunas viviendas podría haberse visto perjudicada. La ventilación escasa puede contribuir a una mayor concentración de COV en la atmósfera.
Efectos en la salud
Para las personas que sufren asma u otros problemas respiratorios, los niveles altos de COV suponen una amenaza real e inmediata. Lo mismo vale para los adolescentes o los ancianos, ambos altamente susceptibles a los efectos de la contaminación en el hogar. Independientemente de las condiciones preexistentes, cualquiera puede sufrir consecuencias si se expone a una calidad del aire durante un período prolongado. Estudios han demostrado un vínculo entre el contacto con COV y una serie de problemas graves de salud.
La exposición a corto plazo a niveles altos de COV puede comportar síntomas como irritación de la garganta, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y vértigos, así como el empeoramiento de los síntomas del asma. En un plano más grave, la exposición a largo plazo a niveles altos de COV puede comportar el aumento del riesgo de daños en el hígado y los riñones, cáncer y daños en el sistema nervioso central. La idea de desarrollar cualquiera de estos problemas es aterradora, ya que muchos pueden ser mortales. Además, los efectos de la mala calidad del aire se manifiestan no solo físicamente, y la cuestión se ha asociado con una mala gestión de la salud mental y con el aumento de peso.
Solución del problema
Durante mucho tiempo, la única solución a los COV nocivos era limitar el uso de detergentes que contuvieran estas partículas peligrosas. A pesar de ello, no todos los COV se emiten a través de los detergentes domésticos y, por consiguiente, limitar exclusivamente su uso podría no resolver el problema.
Por suerte, ahora los fabricantes desarrollan productos que emiten un nivel reducido de COV. Este aspecto también está reconocido por sistemas de evaluación ambiental, como LEED. Por ejemplo, Tata Steel ahora fabrica productos a base de acero que se someten a estrictas pruebas independientes para identificar COV. Productos como Advantica® L Control para los ambientes internos, el acero preacabado Colorcoat Prisma® y Colorcoat HPS200 Ultra® han sido testados en conformidad con EN ISO 16000-9, que determina la emisión de compuestos orgánicos volátiles de los productos de construcción y de los electrodomésticos. Todos han obtenido una puntuación de A+, actualmente el valor más alto disponible.
Y lo que aún es más importante: no solo los productos superan los límites en el plano de las prestaciones de la calidad del aire en espacios cerrados, sino que también cumplen las normas europeas más estrictas en materia de resistencia a la corrosión y están completamente libres de cromo.
Como hemos visto, hay personas que trabajan en ambientes que podrían contribuir activamente al deterioro de su salud. Por tanto, es fundamental tomar más medidas para aumentar el nivel de consciencia sobre el tema de la mala calidad del aire en espacios cerrados. Con ese fin, es importante garantizar soluciones con el nivel de puntuación más alto posible. Por suerte, ahora estamos en la mejor posición que ha habido para movernos en esta dirección y hacer más saludables los edificios de todo el mundo.
Isopan está siempre comprometida en la búsqueda de calidad e innovación para sus paneles. Por eso la posibilidad de utilizar aceros prepintados Colorcoat Prisma® y Colorcoat HPS200 Ultra® de Tata Steel garantiza prestaciones y resistencia a la corrosión excepcionales para las aplicaciones de revestimiento de edificios.