La construcción es una de las actividades humanas que más ha modificado el paisaje y que más ha impactado sobre el medio ambiente.
La creciente concienciación sobre la necesidad de intervenir para reducir el impacto medioambiental de este sector económico tan relevante ha generado la proliferación de certificaciones y protocolos.
Protocolos de certificación y sostenibilidad medioambiental
La sostenibilidad gira en torno a algunos principios clave:
- la conservación del medio ambiente;
- el aprovechamiento de los recursos renovables dentro de su capacidad de regeneración o desarrollo de recursos alternativos gracias al progreso tecnológico;
- la producción de menos residuos en relación a la capacidad de asimilación del medio ambiente;
- la concienciación sobre las consecuencias de la actividad humana en el medio ambiente.
Estos aspectos deben considerarse a lo largo de las fases de planificación, construcción, vida útil y desaparición de un edificio.
La dificultad reside en encontrar soluciones que puedan ser entendidas y compartidas por todos los actores implicados en estos procesos.
Para superar este inconveniente, nacen los protocolos de certificación, un instrumento para evaluar la sostenibilidad medioambiental de los edificios, pero sobretodo, un punto de referencia para el diseño, construcción y gestión de todo el ciclo de vida (Life-cycle Assessment o LCA) de las edificaciones.
Los protocolos medioambientales se convierten así en instrumentos para difundir las mejores prácticas que promueven la innovación a nivel global.
El objetivo es aumentar la eficiencia energética de los edificios y el bienestar del hogar, al tiempo que se reduce la contaminación y los costes ambientales de las construcciones, racionalizando el uso del suelo, los materiales y los recursos.
Además, estos protocolos permiten realizar comparaciones más objetivas entre inmuebles.
Protocolos medioambientales internacionales
Existen múltiples protocolos medioambientales, incluso muchos países han optado por desarrollar el suyo propio.
Entre ellos, se encuentran dos de las certificaciones utilizadas a nivel internacional más conocidas en el sector de la construcción: LEED y BREEAM.
Se trata de certificaciones que se actualizan constantemente para mantenerse al día de las innovaciones del mercado de la construcción sostenible.
Son protocolos voluntarios, desarrollados de conformidad con las necesidades constructivas de cada país. Esta flexibilidad permite que los proyectos se adapten al contexto del lugar en el que se desarrollan.
Ambos protocolos sirven para evaluar diferentes tipos de edificios y utilizan una serie de criterios para asignar una puntuación.
Dependiendo del número de requisitos cumplidos, la puntuación alcanzada permite que el edificio evaluado obtenga cierto nivel de certificación.
LEED
Leadership in Energy and Environmental Design (LEED) es un programa de certificación voluntaria que puede ser aplicado a casi cualquier tipo de edificio y cubre todo su ciclo de vida.
El sistema nació en Estados Unidos, impulsado por el US Green Building Council (USGBC) y se basa en la atribución de créditos a cada uno de los requisitos.
El certificado LEED propone 7 categorías de evaluación y el cumplimiento de siete prerrequisitos que se refieren a:
- sitios sostenibles,
- energía y atmósfera,
- uso eficiente del agua,
- materiales y recursos,
- calidad ambiental interior
- innovación en diseño
- prioridad regional
Según la puntuación alcanzada, se obtiene una clasificación: Certificado, Plata, Oro y Platino, esta última es la mejor.
La certificación se aplica tanto a edificios nuevos como rehabilitados, y debe realizarse evaluando las diversas fases de planificación y construcción.
Existe también una evaluación relativa a los materiales constructivos, productos que se deben tener en cuenta en relación a la posible obtención de créditos LEED, para respaldar la calificación final del edificio.
BREEAM
El Building Research Establishment Environmental Assessment Method (BREAM) es el método de certificación medioambiental de edificios desarrollado por Building Research Establishment en Reino Unido.
El método BREEAM también se adapta a las características del país en el que se aplica y se basa en una puntuación final que conduce a seis posibles calificaciones: Aceptable, Aprobado, Bueno, Muy bueno, Excelente y Excepcional (la más alta).
Es la primera herramienta de certificación de sostenibilidad creada en Europa en la década de los 90.
Son diez las categorías consideradas para asignar puntos:
- gestión,
- salud y bienestar,
- energía,
- agua
- transporte
- materiales,
- uso del suelo y ecología
- residuos
- contaminación
- innovación
A cada categoría se le asigna una ponderación, según la relevancia establecida por un comité de expertos BREEAM, en función de la información facilitada por los profesionales locales.
Declare
Declare es un proyecto que surge de la demanda de una mayor transparencia también en la elección de los materiales constructivos.
Se trata de una etiqueta de ingredientes que destaca la presencia de sustancias contaminantes que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente o la salud de las personas expuestas a ellas durante un tiempo prolongado.
Todos los productos analizados se recopilan en una base de datos constantemente actualizada, cuyo objetivo es convertirse en una herramienta de promoción de productos beneficiosos y de trabajo para los proyectistas preocupados por la sostenibilidad medioambiental y, sobre todo, por la salubridad de los entornos que crean.
La distinción Declare ha sido creada por el International Living Future Institute (ILFI), una organización sin ánimo de lucro comprometida con la difusión de la conciencia ecológica.
Facility Management
En la vida de un edificio, el mantenimiento es uno de los gastos más importantes.
La gestión eficiente de los activos inmobiliarios pasa por lo que se conoce como Facility Management.
Esta disciplina incluye los servicios y actividades que permiten la gestión eficiente y regular de un inmueble, garantizando las mejores condiciones económicas.
Por lo tanto, se refiere a la gestión y mantenimiento de edificios, con especial atención a las instalaciones eléctricas, mecánicas, hidráulicas, áreas verdes, limpieza y vigilancia.
El Facility Management se basa en una variedad de sistemas, aunque las nuevas oportunidades para optimizar el rendimiento de las edificaciones provienen del modelado de información para la construcción o Building Information Modeling (BIM).
Esta metodología ofrece información detallada, completa y estructurada de todo el objeto de construcción a lo largo de toda su vida útil, hasta el punto de que ha sido ampliamente adoptada por el sector de la construcción.
La integración de la séptima versión del modelado de información para la construcción 7D-BIM con el Facility Management, puede conllevar una optimización del mantenimiento de un edificio, con un impacto positivo también en los costes operativos de la estructura.
Gracias al acceso a la información contenida en el modelo BIM, la elaboración de los programas de mantenimiento resulta más sencilla y precisa, ya que tiene en cuenta los datos relativos al estado de cada uno de los componentes de todos los sistemas, las especificaciones de instalación y gestión, así como las garantías.
Aprovechar la oportunidad que ofrece la certificación de un edificio en cuanto a su impacto medioambiental y nivel de sostenibilidad centra la atención del proyectista, el constructor y el cliente hacia medio ambiente, generando un impacto positivo en el mercado de la construcción.
Asimismo, las certificaciones contribuyen a mantener el valor económico de un inmueble a lo largo del tiempo.