El informe de sostenibilidad se ha convertido en una herramienta esencial para las empresas que desean comunicar de forma transparente su impacto social, medioambiental y económico.
Se trata de un documento estratégico que va más allá de la información financiera tradicional, integrando información sobre los resultados medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). Este informe es una obligación para algunas empresas en particular, debido a la normativa europea, y una oportunidad para consolidar la reputación y atraer a más inversores y nuevos clientes.
¿Qué es el informe de sostenibilidad?
El informe de sostenibilidad es una tipología de informe no financiero que incluye información sobre:
- Medio ambiente: emisiones de gases de efecto invernadero, gestión de recursos naturales, uso de energías renovables o reducción de residuos.
- Sociedad: políticas de diversidad e inclusión, condiciones de trabajo o contribución a las comunidades locales.
- Gobierno corporativo: transparencia, ética empresarial o lucha contra la corrupción.
Este documento permite a las empresas demostrar su compromiso con el desarrollo sostenible ofreciendo una visión de 360º de sus operaciones. Además, el informe de sostenibilidad es un medio para mejorar el diálogo con las partes interesadas, como clientes, proveedores, inversores e instituciones.
Obligaciones reglamentarias: ¿Cómo y para quién?
En los últimos años, la normativa europea ha hecho obligatoria la elaboración de informes de sostenibilidad para muchas empresas.
Directiva 2014/95/UE: Conocida como Directiva sobre Información no Financiera (NFRD), obliga a las grandes empresas de interés público con más de 500 empleados a publicar información no financiera sobre medio ambiente, asuntos sociales, derechos humanos, lucha contra la corrupción y gobierno corporativo.
La Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa o CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive): entró en vigor en enero de 2023 y amplió significativamente la obligación de informar.
Además de las grandes empresas, también incluye a las PYME que cotizan en bolsa y a otras categorías específicas mediante la introducción de los Estándares Europeos de Información sobre Sostenibilidad o ESRS (European Sustainability Reporting Standards), que son normas más estrictas y detalladas. La Directiva entrará en vigor gradualmente entre 2024 y 2026, siguiendo el siguiente calendario:
- A partir del 1 de enero de 2024, empresas ya obligadas a la información no financiera (entidades de interés público como bancos, aseguradoras y las grandes empresas obligadas hasta ahora). La publicación de los informes tendrá lugar en 2025 con referencia a los estados financieros de 2024;
- A partir del 1 de enero de 2025 será el turno de las grandes empresas que aún no están sujetas a la citada directiva; se entiende por grandes empresas aquellas que superan al menos dos de los siguientes parámetros: 250 empleados; ingresos superiores a 40 millones de euros o balance total mayor a 20 millones de euros. Los informes deberán presentarse en 2026 con referencia al balance de 2025.
- A partir del 1 de enero de 2026 será el momento para las PYME que coticen en bolsa y otras empresas seleccionadas. La publicación de los informes, con normas aún más estrictas, tendrá lugar en 2027 con referencia a los estados financieros de 2026.
- A partir de 2028: obligación ampliada a las filiales de grandes empresas extracomunitarias con ingresos netos superiores a 150 millones de euros en el mercado de la UE.
Estas normativas responden a la creciente demanda de transparencia y responsabilidad por parte de consumidores e inversores, que prestan cada vez más atención a las cuestiones ESG.
La ampliación a las PYME: un nuevo escenario
Aunque la obligación reglamentaria afecta inicialmente a las grandes empresas, muchas empresas pequeñas y medianas (PYME) se preparan para elaborar un informe de sostenibilidad.
Esto se hace por varios motivos, como la necesidad de satisfacer las demandas de socios y clientes que exigen transparencia en materia de sostenibilidad, y para evitar una posible penalización o exclusión por parte de unos mercados cada vez más conscientes de la ESG.
La introducción de obligaciones para las PYME representa un reto, pero también una oportunidad de crecimiento. Las empresas que cumplan la nueva normativa podrán acceder a mercados más amplios y a capital sostenible. Elaborar un informe de sostenibilidad no es solo una obligación, sino también una opción estratégica con múltiples beneficios:
- Transparencia y confianza: mejorar la relación con clientes, inversores e instituciones.
- Reputación empresarial: demostrar un compromiso concreto con la sostenibilidad, reforzando la imagen de la empresa.
- Gestión de riesgos: identificar y mitigar los riesgos relacionados con el cambio climático y social.
- Acceso a financiación verde (o créditos verdes): muchas instituciones financieras recompensan a las empresas sostenibles con condiciones favorables.
- Alineación con los ODS de la ONU: contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
¿Cómo se elabora un informe de sostenibilidad?
La elaboración de un informe de sostenibilidad es un proceso estructurado que debe incluir:
- Análisis preliminar: identificar el impacto de las empresas en el medio ambiente, la sociedad y el gobierno corporativo.
- Participación de las partes interesadas o stakeholders: recabar opiniones de clientes, empleados, proveedores y comunidades locales.
- Fijación de objetivos: establecer KPI (indicadores clave de rendimiento) para medir los avances.
- Recogida y análisis de datos: consolidar la información para crear un informe claro y completo.
- Certificación y publicación: garantizar la transparencia mediante la verificación por terceros.
El informe de sostenibilidad ya no es una opción para las empresas, sino una necesidad dictada por una normativa cada vez más estricta y un mercado que premia a las empresas responsables.
Para las PYME es un reto, pero también una oportunidad de demostrar su valor, reforzar la competitividad y alinearse con las normas internacionales. Invertir hoy en sostenibilidad significa sentar las bases del éxito del mañana, contribuyendo a un futuro más justo y respetuoso con el medio ambiente.
Manni Energy actúa como socio estratégico de las empresas que desean emprender el camino de la sostenibilidad, no sólo mediante la implantación de soluciones energéticas innovadoras, sino también prestando apoyo en la elaboración de informes de sostenibilidad.
Con su experiencia en gestión de proyectos de energía sostenible y análisis del impacto ESG, Manni Energy ayuda a las empresas a identificar los datos pertinentes, supervisar el rendimiento y comunicar eficazmente los resultados. Un apoyo concreto para transformar la obligación reglamentaria en un motor de crecimiento y competitividad.