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Mejora la técnica y la arquitectura con fachadas ventiladas

Fachadas, Aislamiento térmico

Fachada ventilada: funcionamiento y ventajas de este sistema

Elegir una solución para realizar una fachada nueva, singular, eficiente y ecosostenible, uniendo la personalización de acabados y de colores con ventajas energéticas. Este doble resultado, estético y funcional, se puede obtener con la tecnología de la fachada ventilada.

Fachadas tecnológicas

El diseño de una fachada, y más en general de la envolvente de edificios, no solo tiene que ver con la transmitancia térmica. De hecho, las paredes externas son la parte más expuesta a la intemperie y, al mismo tiempo, la más visible.

La investigación ha sabido combinar la innovación tecnológica con el diseño, la estructura con las instalaciones. Además de ser un elemento distintivo, la fachada ventilada determina la calidad del edificio a lo largo del tiempo. Por ello, ha adquirido cada vez más valor en relación con el inmueble.

La necesidad de responder a prestaciones específicas de sostenibilidad y seguridad ha llevado a la experimentación con nuevos materiales. Parte del mérito de la difusión de nuevas soluciones es de las empresas y los diseñadores, que son los artífices de innovaciones que, a partir de un proyecto, las soluciones han acabado por consolidarse en el mercado.

Los sistemas de fachada ventilada se han convertido en una especie de segunda piel para los edificios y en la firma de un proyecto, además de una manera de proteger y revestir las paredes exteriores.

 

El sistema de construcción de la fachada ventilada

En la forma más habitual, las fachadas ventiladas están formadas por elementos de revestimiento con una cámara de ventilación trasera que se sostienen mediante un bastidor Fijado a la pared externa del edificio. La fijación de estas paredes se produce en seco. 

Más en concreto, la fachada ventilada es un sistema de cerramiento formado por los siguientes elementos:

  • material exterior de revestimiento;
  • estructura de soporte, montantes y travesaños, y
  • capa de aislamiento.

Emplear una fachada ventilada en un edificio significa optar por una manera eficaz de mejorar las prestaciones técnicas y arquitectónicas de su envolvente.

Creada como elemento de protección de los agentes atmosféricos, si está diseñada y realizada correctamente, aumenta el aislamiento térmico y acústico, garantizando la eficiencia con el paso del tiempo

La mejora de los valores de transmitancia térmica depende de los materiales utilizados y de las dimensiones de los espesores de las diferentes capas, incluyendo la cámara de aire. De hecho, la capa de aire representa un aislamiento natural y dinámico que actúa tanto en las estaciones cálidas como en las frías.

 

La funcionalidad de la fachada ventilada

El funcionamiento de la fachada ventilada se basa en el efecto chimenea que se activa dentro de la cámara, debido a la diferencia de la temperatura del aire respecto al exterior. Cuanto más intensa es la radiación solar, más se sobrecalienta el aire y más significativo resulta el movimiento ascensional de calor. El paso del aire caliente hacia arriba hasta su salida mantiene constante la temperatura de la pared de atrás, tanto en verano como en invierno. De hecho, una pared ventilada actúa como termorregulador.

Además, en invierno, el aire del interior es más húmedo y cálido que el exterior. El vapor de agua que se produce se expande y llega a la envolvente. Desde allí, se sigue expandiendo hasta salir. La ventilación natural de la fachada ventilada impide los fenómenos de condensación intersticial del vapor de agua.

En cambio, para la función de aislamiento térmico propiamente dicha, el elemento más importante es, sin duda, la capa aislante. De hecho, la estratigrafía de un sistema de fachada ventilada prevé la introducción de una capa aislante, que incide de forma determinante en la prestación térmica general.

 

Las ventajas de las fachadas ventiladas

El sistema de fachada ventilada ofrece numerosas ventajas. La primera de ellas es un mayor confort en el interior de los edificios gracias a la termorregulación natural del sistema de fachada. Esto se obtiene gracias a la mejora del comportamiento termo higrométrico del revestimiento.

Se necesitan un buen diseño y una ejecución correcta para eliminar los puentes térmicos, aumentar la inercia, proteger la pared de los agentes atmosféricos y anular la condensación intersticial. La consecuencia de esta operación de eficiencia energética es la reducción de los costes de gestión.

Además, la protección que se obtiene con el revestimiento también garantiza una mayor duración del producto y la posibilidad de un mantenimiento fácil del paquete de la fachada y del revestimiento aislante. También ofrece la posibilidad de ocultar las instalaciones del edificio, como por ejemplo los conductos de gas, bajantes, cableados, alarmas antirrobo, etc., obteniendo al mismo tiempo el mejor aspecto estético y la máxima accesibilidad y facilidad de mantenimiento de estas instalaciones.

Las técnicas del aislamiento externo de las fachadas están en continua evolución, gracias a la investigación de los materiales y a las soluciones formadas por los revestimientos prefabricados y preinstalados externamente.

En concreto, los paneles sándwich, los cuales combinan en un solo producto todo el sistema tecnológico característico de las fachadas ventiladas, son un aislamiento estructural, fácil de diseñar y de instalar, y adaptable a cualquier estructura, garantizando excelentes prestaciones y singularidad estética. 

 


Nueva llamada a la acción

Escrito por

Jordi Ruiz - Responsable de proyectos de prescripción de Isopan Ibérica
Jordi Ruiz - Responsable de proyectos de prescripción de Isopan Ibérica

Consultor técnico de fachadas ventiladas y cubiertas metálicas. Profesional con más de 22 años de experiencia, desarrollando proyectos, asesorando y aportando soluciones a estudios de arquitectura, ingenierías e industriales para encontrar la mejor solución para cada detalle.

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