Según datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de México, la capa de ozono es una preocupación ambiental de importancia global. Ubicada en la estratosfera entre 15 y 50 kilómetros de altura, esta capa es esencial para la vida en la Tierra. Compuesta por moléculas de ozono (O3), actúa como un escudo protector al absorber la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) dañina del sol. Sin ella, nuestro planeta sería considerablemente diferente y menos biodiverso.
Por otro lado, el ozono troposférico, presente en la capa más baja de la atmósfera y formado por contaminantes derivados de la actividad humana, contribuye al efecto invernadero y al calentamiento global. Considerado como "ozono malo", puede ser perjudicial para la salud de personas, plantas y animales. Sin embargo, una cantidad controlada de ozono en la superficie terrestre es natural y beneficioso.
A diferencia del ozono estratosférico, cuyos niveles son monitoreados y protegidos, el ozono troposférico es un objetivo de control de la contaminación atmosférica. Los esfuerzos se enfocan en reducir las emisiones de sus precursores, como los compuestos orgánicos volátiles (COV) y los óxidos de nitrógeno (NOx), para mejorar la calidad del aire y preservar la salud pública y el medio ambiente.
DAÑOS A LA CAPA DE OZONO
Diversas sustancias químicas producidas por el hombre, conocidas como sustancias agotadoras del ozono (SAO), representan una amenaza para la capa de ozono. Entre estas sustancias se encuentran los clorofluorocarbonos (CFCs), hidroclorofluorocarbonos (HCFCs), bromuro de metilo y otras que contienen cloro y bromo. Cuando estas sustancias son liberadas en la atmósfera, eventualmente llegan a la estratosfera, donde la radiación UV las descompone, liberando átomos de cloro y bromo que atacan las moléculas de ozono. Sorprendentemente, un solo átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono antes de ser neutralizado.
La adopción del Protocolo de Montreal en 1987 ha sido fundamental para la recuperación de la capa de ozono, ya que regula la producción y el consumo de muchas de estas sustancias agotadoras. Sin embargo, debido a la larga vida útil de los CFCs y otras sustancias similares, la recuperación completa de la capa de ozono requerirá varias décadas. En contraste con las SAO mencionadas, el ciclopentano no daña la capa de ozono y no está sujeto a regulación por parte del Protocolo de Montreal.
CICLOPENTANO
Desde hace más de 20 años, utilizamos en nuestro proceso el Ciclopentano, un agente expandente con bajo impacto ambiental. Con el uso de este químico, se obtiene un mejor aislamiento térmico sin sobrepasar los índices de consumo energético permitidos, protegiendo la capa de ozono y reduciendo toxinas que repercuten directamente sobre el calentamiento global.
Es una alternativa segura y amigable con el medio ambiente en la industria de la construcción, específicamente en el panel aislante de Isocindu, principalmente por las siguientes razones:
- Bajo potencial de agotamiento del ozono (ODP): El ciclopentano tiene un ODP de cero, lo que significa que no contribuye a la destrucción de la capa de ozono.
- Bajo potencial de calentamiento global (GWP): Su impacto en el calentamiento global es significativamente menor en comparación con otros agentes espumantes.
- Buena eficiencia como agente espumante: Permite obtener espumas aislantes de alta calidad con buenas propiedades térmicas.
EMISIONES A LA ATMÓSFERA
Isocindu, como parte de Manni Group, se compromete a reducir los impactos ambientales derivados de sus actividades, buscando constantemente mejorar su desempeño y adoptar buenas prácticas centradas en la protección del medio ambiente. Uno de sus principales objetivos es el crecimiento justo y respetuoso con el entorno en la producción de paneles.
Para asegurar el cumplimiento de este compromiso, Isocindu lleva a cabo monitoreos anuales sobre las emisiones atmosféricas, tanto operativas como participativas en el marco de la ESG (Environmental Social Governance) ya que representa una forma de hacer negocios que permite un crecimiento en armonía con el contexto medioambiental y social en el que operamos. Nuestra presencia constante en el mercado nos permite contribuir a la lucha contra el cambio climático y a la transición hacia una economía circular, movimientos en los que también participan nuestros proveedores. Es una responsabilidad del Grupo, por eso se cree en la promoción de sistemas de construcción alternativos.
Además, utiliza la Declaración Ambiental de Producto (EPD) como herramienta clave, la cual proporciona una descripción detallada de los impactos ambientales asociados con la producción de un producto o servicio específico. Esto incluye aspectos como el consumo de energía y materias primas, la generación de residuos y las emisiones, permitiendo una gestión más eficiente y responsable de su actividad.