La corona natural de una edificación es la cubierta: elemento constructivo que tiene como finalidad delimitar la parte superior y proteger el interior del edificio de la lluvia y reducir las pérdidas de calor de la edificación, ya sea civil o industrial.
La cubierta, la capa más externa, garantiza la impermeabilidad al agua, mientras que la estructura portante tiene la función de soportarlo.
Es posible elegir el tipo de cubierta más adecuada en relación con el contexto arquitectónico, las necesidades de diseño y construcción y, por último, las condiciones ambientales que se necesitan en el interior del edificio para garantizar el bienestar de quienes viven en él.
En este sentido, es de gran importancia la elección de los materiales utilizados para asegurar el aislamiento térmico con el fin de aumentar la eficiencia energética del edificio y garantizar un importante ahorro energético.
Hay muchos aspectos para clasificar las cubiertas. El más conocido está relacionado con la morfología y la pendiente, por la que se distinguen:
Las cubiertas inclinadas son sin duda las más utilizadas y consisten en pendientes con desnivel que determinan su forma típica.
La inclinación depende del clima y de las tradiciones arquitectónicas de la zona. Para estas cubiertas se utilizan las llamadas cubiertas "discontinuas": tejas colocadas encima de una capa impermeabilizante, que permite que el agua drene correctamente.
Junto a las tradicionales cubiertas inclinadas, actualmente existen soluciones innovadoras que aprovechan la capacidad aislante de los paneles sándwich, como los paneles Isodomus imitación teja de Isopan para crear cubiertas de altas prestaciones manteniendo la elegancia de las formas tradicionales.
Se trata de una cubierta con panel sándwich de poliuretano expandido, aplicable sobre cualquier tipo de estructura (madera, ladrillo, metal).
La longitud de los paneles varía según el tamaño de la edificación, el acabado superficial está formado por una lámina que simula el aspecto clásico de las tejas.
La conformación esbelta y ligera hace que el panel Isodomus no pese demasiado sobre la estructura del edificio garantizando al mismo tiempo un excelente rendimiento de aislamiento térmico-acústico.
Los paneles Isodomus ofrecen prestaciones notables y, entre otras cosas, son:
Las cubiertas curvas se caracterizan por tener una pendiente que no es recta, sino curva. Pueden ser tanto continuas como discontinuas.
Las cubiertas planas tienen una mínima pendiente, lo que garantiza el desagüe del agua de lluvia. Pueden ser no transitables, si se puede acceder a ellos únicamente para tareas de mantenimiento, o transitables si permiten el acceso a los usuarios. En este último caso, se distinguen los siguientes:
La cubierta verde, también conocida como GreenRoof, es la protagonista del diseño contemporáneo porque permite reducir significativamente el consumo de energía y es una solución sostenible para el medio ambiente.
Al estar "habitada" por seres vivos — las plantas — representa un escenario en constante evolución. La estratigrafía de una cubierta verde es un aspecto decisivo porque los elementos que la componen interactúan con el medio exterior y las propiedades térmicas varían según el contenido de agua.
Según el tipo de cubierta verde que se construya y las variedades botánicas que se vayan a albergar, la estratigrafía de una cubierta ajardinada varía en espesor. Sin embargo, la estructura general prevé:
Una cubierta ajardinada también trae beneficios económicos y ambientales, tales como:
Hemos visto como la arquitectura de las cubiertas varía según los factores climáticos y las necesidades de diseño.
De hecho, las cubiertas son una solución que permite obtener importantes ventajas en términos de rendimiento térmico, respetando el aspecto tradicional y el contexto de construcción.
También se pueden lograr ventajas importantes con soluciones ecosostenibles como las cubiertas verdes. Una cubierta verde cuya estratigrafía esté correctamente diseñada permite una valiosa intervención que prolonga la vida útil de la propia cubierta, evitando peligrosos cambios de temperatura.
En conclusión, existen múltiples soluciones factibles que se convierten en el punto de encuentro entre las necesidades de diseño, las prestaciones, el entorno y la estética.