Tras un largo camino que comenzó en 2021, la Nueva Directiva EPBD "Case Green" sobre eficiencia energética en los edificios fue finalmente aprobada en la sesión plenaria del 12 de marzo de 2024. Esta directiva pretende reducir a cero las emisiones de CO2 de los edificios para el año 2050 a través de una serie de medidas innovadoras, como la sustitución de calderas, la mejora del método de cálculo y la introducción de un nuevo Certificado de Eficiencia Energética.
En la Unión Europea, el 75% de los edificios tienen un bajo rendimiento energético. Los edificios son responsables del 40% del consumo total de energía y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía.
Estas cifras demuestran la imperiosa necesidad de reducir las emisiones, luchar contra el cambio climático y el efecto invernadero y aplicar medidas rápidas y eficaces. El objetivo es duplicar la tasa anual de rehabilitación energética de edificios fomentando intervenciones significativas de aquí a 2030.
Un elemento fundamental para lograr estos objetivos es la implantación de sistemas de automatización y control de edificios (BACS o Building Automation and Control Systems), es decir, sistemas que permiten una gestión optimizada del consumo energético, mejoran la eficiencia operativa de los edificios y contribuyen significativamente a reducir las emisiones.
La Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD) de la UE se diseñó con el propósito de estudiar y controlar el parque de edificios de la Unión Europea.
Posteriormente, se convirtió en una herramienta para puntuar (calificar) cada edificio en términos de rendimiento energético. La directiva proporciona a los gobiernos nacionales herramientas para disminuir las necesidades energéticas del parque inmobiliario nacional y reducir las facturas de energía.
Los países miembros, a través de medidas como las Bonificaciones Fiscales para Edificios lanzadas por el Gobierno italiano, pretenden mejorar el parque inmobiliario de toda la UE. La Directiva EPBD es un instrumento en evolución, cuyo objetivo es eliminar gradualmente los edificios con un rendimiento energético inadecuado.
Esto puede hacerse demoliendo edificios sin limitaciones artísticas/históricas que estén tecnológicamente obsoletos, donde la reurbanización no sería rentable, o mejorando los edificios que consumen mucha energía, estableciendo umbrales de rendimiento para reducir sus necesidades y emisiones.
Para los edificios existentes, los países miembros tendrán que introducir umbrales mínimos de rendimiento basados en la energía primaria máxima por m2/año.
En el caso de los edificios no residenciales, el 16% y el 26% del parque de edificios tendrán que superar estos umbrales en 2030 y 2033, respectivamente.
Para los edificios residenciales, los países miembros establecen normas mínimas de eficiencia energética a escala nacional, con el objetivo de reducir el consumo medio de energía primaria en un 16% para 2030 y en un 20-22% para 2035.
Los principales cambios con respecto al texto aprobado el 14 de marzo de 2023 son los siguientes:
El nuevo certificado de eficiencia energética incorpora información más completa y detallada. El cambio más significativo será la aparición de la nueva clase «A0», correspondiente a los ZEB, que se añadirá a las clases de eficiencia energética ya conocidas. También se añadirá un «+» a las clases A para los edificios que ofrezcan una contribución adicional a la red energética mediante fuentes de energía renovables. Los nuevos elementos previstos incluyen:
Los certificados para edificios con un rendimiento inferior a la clase D sólo serán válidos durante cinco años, lo que incentivará la eficiencia energética y la reducción del consumo. Todos los edificios públicos estarán obligados a exhibir la placa energética y tener un certificado energético independientemente de su estado.
La nueva EPBD introduce el «pasaporte de renovación», un documento digital útil para que los propietarios planifiquen intervenciones que reduzcan gradualmente las emisiones del edificio a cero. La Comisión Europea invita a los países miembros a tener en cuenta la renovación en las normas de financiación pública y privada. A partir de 2027, no se podrán dar más incentivos para instalar generadores alimentados con combustibles fósiles. Los países miembros también podrán prohibir el uso de combustibles fósiles en los edificios.
Los siguientes edificios están excluidos de las obligaciones de la nueva EPBD:
Los sistemas de automatización y control de edificios (BACS) desempeñarán un papel clave en la aplicación de la nueva Directiva EPBD. El reglamento prevé la integración de tecnologías inteligentes para supervisar y controlar el consumo de energía en tiempo real, fomentando así un uso más eficiente de los recursos. En concreto, los BACS permiten:
La nueva Directiva establece una serie de requisitos mínimos para la instalación de BACS en los edificios:
La nueva Directiva es un paso decisivo hacia la transición energética de la Unión Europea, cuyo objetivo es conseguir edificios con cero emisiones para 2050. La integración de los sistemas de automatización y control de edificios es crucial para optimizar el consumo, mejorar el confort de los ocupantes y aumentar el valor de los edificios.
Medidas como las instalaciones fotovoltaicas obligatorias y la eliminación progresiva de las calderas de combustibles fósiles demuestran el compromiso de la UE con las soluciones sostenibles.
Es esencial que los países miembros apliquen eficazmente esta normativa para incentivar la rehabilitación energética, contribuyendo de forma significativa a la sostenibilidad y eficiencia energética del sector de la construcción en la lucha contra el cambio climático.