Revista Manni Group: todo sobre el mundo de la construcción en seco

Los microclimas urbanos

Se conoce como microclimas urbanos a aquellos que, como su propio nombre indica, posee unas características que difieren del resto de zonas que lo rodean. Aunque este fenómeno se puede producir de forma natural a causa de factores como la topografía, la latitud o la cobertura vegetal; también existen microclimas artificiales, que se crean principalmente en las áreas urbanas.

Las ciudades tienen su propio microclima porque concentran una buena parte de los agentes contaminantes, como por ejemplo las actividades industriales, los sistemas de transporte o grandes masas de población, entre otros. Todos estos factores hacen que en estas zonas se produzca lo que se conoce como efecto invernadero y que la temperatura sea superior a la de su entorno. Cuanto más grande sea la ciudad y cuanto más cerca estemos del centro urbano, mayor será la temperatura.

Las principales causas del aumento de temperatura en las ciudades son:

  • La concentración de edificios da lugar a una multiplicación de las superficies que reciben y almacenan energía solar.
  • Los materiales de los que está hecha la ciudad (asfalto, cemento, hormigón) absorben lentamente el calor durante el día y lo liberan también lentamente durante la noche, originando unas temperaturas más elevadas durante el día (de 3 a 8ºC) y un mayor equilibrio térmico entre el día y la noche.
  • La morfología urbana (calles, avenidas) originan turbulencias del viento y modificaciones en su dirección.
  • Las actividades humanas, especialmente aquellas que conllevan la combustión de hidrocarburos como las calefacciones y los automóviles, generan calor y partículas contaminantes que facilitan la condensación y el efecto invernadero.
  • Los sistemas de drenaje de aguas (alcantarillas) de las ciudades hacen que la evaporación sea menor. Además, la ausencia de zonas verdes colabora con ello, ya que hay una menor evapotranspiración (evaporación del agua y transpiración de las plantas), hecho que no ayuda a reducir la temperatura.

Los microclimas urbanos provocan que haya una peor calidad del aire y del agua en las zonas afectadas y que aumenten las olas de calor. Esto tiene un impacto muy dañino para la salud de las personas: dificultades respiratorias, deshidratación, cansancio y agotamiento. Debido a estas consecuencias negativas, los expertos recomiendan que los habitantes de las ciudades, los arquitectos y los diseñadores trabajen para reducir el impacto de los microclimas en estas zonas, creando un diseño urbano climatológicamente responsable.

Una de las soluciones para contrarrestar los microclimas indeseables es el uso de techos fríos y materiales de color claro o blanco porque tienen un mayor albedo, es decir, una alta capacidad de reflejar la irradiación de los rayos solares que inciden en la superficie. Sin embargo, la más importante es el aumento y la protección de espacios verdes, ya que las plantas absorben el dióxido de carbono y reducen el calor de las áreas circundantes. Esto se puede potenciar con la instalación de cubiertas verdes.

ISOPAN dispone de GreenRoof, un sistema innovador que integra el panel sándwich de ISOPAN con los diferentes elementos propios de una cubierta semi-intensiva o extensiva. De esta manera, ISOPAN convierte una cubierta en la superficie idónea para colocar capas de vegetación.

Además, para realizar techos fríos resistentes e impermeables con excelentes prestaciones, se pueden emplear los paneles sándwich Isodeck PVSteel, que tienen un revestimiento anti-UV, capaz de reflejar parte de la radiación solar. A estos elementos, en fábrica, se le añade además una capa exterior para mejorar las prestaciones de reflexión solar. Se trata de una membrana ultra-fina desarrollada por Renolit que protege la superficie externa de los paneles e incrementa su capacidad de reflexión solar y emisividad hasta un 62%. Con ellos se reduce la temperatura de cubierta, los aislantes rinden mejor y se consigue un mayor ahorro energético en el edificio.