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Qué es la certificación leed y cuáles son sus ventajas

LEED, del inglés Leadership in Energy and Environmetal Design, es una certificación internacional, existente en diversos países del mundo, que define los criterios de diseño de los edificios para preservar la salud humana y medioambiental.

La sostenibilidad es un camino que ya se ha iniciado, también en la construcción.

 

Certificación LEED

Creado en el año 2000 en Estados Unidos, LEED es un programa de certificación voluntaria, desarrollado por U.S. Green Building (USGBC), que se aplica a la construcción, tanto de obra nueva como de rehabilitación.

Se trata de un sistema de calificación que se actualiza constantemente para evaluar la sostenibilidad medioambiental y energética de cada tipo de edificio. Es una herramienta que indica los requisitos para que los inmuebles se puedan diseñar y construir con el menor impacto medioambiental posible.

De hecho, LEED, promueve estrategias para encontrar soluciones a diversos problemas medioambientales. Por este motivo, de manera coherente con los principios básicos que lo definen, tiene también en cuenta el lugar en el que se emplaza un edificio.

Entre los objetivos a los que aspira el enfoque LEED, se encuentran la protección de las áreas verdes y la gestión más responsable de los recursos hídricos. En síntesis, trata de preservar los diferentes hábitats naturales y mantener el equilibrio necesario entre las necesidades habitacionales humanas y los ecosistemas.

 

LEED en el mundo

Para minimizar el impacto de la antropización sobre la naturaleza, LEED propone un sistema de diseño integrado que respeta el conjunto del edificio y el lugar en el que se sitúa.

Asimismo, se trata de un sistema flexible que incluye requisitos diferenciados para edificaciones existentes y nuevas construcciones, y para edificios pequeños y áreas urbanas completas. Reconocida internacionalmente, esta certificación se ajusta al sistema regulatorio y las técnicas constructivas del país que la adopta. 

La evaluación y atribución de la clase a la que pertenece un edificio se basa en un listado de criterios normalizados que definen una serie de prerrequisitos obligatorios y requisitos de rendimiento. A cada requisito concreto le corresponde una puntuación y la suma de todas ellas indica la clase a la que pertenece el edificio.

 

Niveles y clases de certificaciones LEED

Existen siete categorías de rendimiento a través de las cuales se certifican los edificios. Cada una conlleva el cumplimiento de los prerrequisitos, indispensables para acceder a la certificación. Pero también en ellos se asignan los créditos que permiten alcanzar los umbrales de puntuación de los distintos tipos de méritos.

Los apartados en los que se estructura el sistema de calificación son:

  • Sitios sostenibles 
  • Uso eficiente del agua 
  • Energía y atmósfera 
  • Materiales y recursos 
  • Calidad ambiental interior
  • Innovación en el diseño
  • Prioridad regional

Dependiendo de la puntuación obtenida, se determina la clase a la que pertenece:

  • Base (o Certificado LEED ): 40–49 puntos;
  • Plata (LEED Silver): 50-59 puntos;
  • Oro (LEED Gold): 60-70 puntos;
  • Platino (LEED Platinum): 80 o más puntos.
 

Las ventajas de la certificación LEED

Algunas de las ventajas de la certificación LEED son inmediatamente evidentes.

Entre ellas, la calidad ambiental es la que tiene el impacto más importante en la vida de los usuarios de un edificio construido de acuerdo con la lógica propuesta por la certificación LEED.

Dado que pasamos el 90% del tiempo dentro de edificios, disponer de un ambiente saludable es importante para la salud y el bienestar. El usuario final se beneficia de un aire siempre limpio gracias al estudio de su correcta renovación. La temperatura interior es agradable durante todo el año gracias al aislamiento del edificio y al control sobre la exposición solar. Ello también permite un ahorro considerable en la factura energética, ya que se reducen las dispersiones.

Los interiores disfrutan de luz natural, creando ambientes cómodos en los que mejora la productividad. La elección de materiales y acabados evita la emisión de sustancias nocivas en el aire, lo que incrementa la salubridad de los espacios habitacionales. 

Es evidente que el cumplimiento de los requisitos de las siete categorías en las que se articula la certificación LEED aporta ventajas significativas al medio ambiente, concebido  como entorno natural pero también como un entorno habitacional.

Lo que quizá resulte menos obvio es que el valor de los edificios que han conseguido un certificado medioambiental es mayor. Esto viene respaldado por una investigación de Rebuild, en colaboración con CBRE y Green Business Certification Inc. (GBCI), que confirma el alza del mercado inmobiliario con un incremento entre un 7 % y un 11 % más de valor respecto a los inmuebles que no poseen certificación medioambiental.

Además, un edificio con un buen rendimiento ambiental siempre resulta más atractivo para los compradores.

Para los proyectistas, la certificación de un inmueble les resulta útil para demostrar su sostenibilidad en base a criterios estrictos y puede atraer la atención de los medios hacia el proyecto.