El panorama normativo en Europa relativo a las cubiertas verdes es bastante complejo porque la estratigrafía de este tipo de cubierta implica la interacción de muchos materiales que tienen funciones y características concretas. Aun así, el cumplimiento de los requisitos exigidos es útil para obtener unas prestaciones definidas y un certificado.
El sistema GreenROOF ha sido desarrollado por Isopan conjuntamente con la empresa italiana Daku. Es por eso, que GreenROOF sigue la normativa italiana con respecto al diseño y la construcción de cubiertas verdes. A continuación, se explican las normas más importantes por las que está regulado este sistema.
La norma UNI 11235:2015 «define los criterios de diseño, ejecución, control y mantenimiento una cubierta continua verde, en función de la situación concreta del entorno climático, del edificio y su uso».
Esta norma técnica constituye la referencia más completa sobre este tema. En ella, se identifican las capas funcionales que definen esta solución técnica. Algunas son propias de las cubiertas verdes y sirven para garantizar su correcto funcionamiento; otras son accesorios y dependen de la funcionalidad de los distintos elementos de construcción utilizados y del tipo de cubierta.
La estratigrafía sirve para crear las condiciones idóneas para el crecimiento de la vegetación y cumplir las funciones habituales de las cubiertas tradicionales.
La norma UNI 11235 distingue entre cubiertas verdes extensivas e intensivas. La principal diferencia entre estas dos tipologías radica en el espesor del sustrato de cultivo y en las especies vegetales. Estos elementos influyen directamente en la sobrecarga de la estructura y en las necesidades de mantenimiento.
La misma norma técnica identifica y subraya los objetivos que llevan a la decisión de construir una cubierta verde. La instalación de este sistema responde a necesidades que pueden relacionarse con diferentes ámbitos.
La cubierta verde tiene un valor arquitectónico intrínseco, el cual mejora la apariencia y la eficiencia de un edificio. De hecho, influye sobre el comportamiento térmico y, en cierta medida, acústico del interior. Además, devuelven, al menos en parte, el verdor a las ciudades, contribuyendo a racionalizar los espacios.
Dependiendo del tipo de vegetación utilizada, el GreenROOF de Isopan y Daku se puede convertir en un espacio de uso para desarrollar diversas actividades. Asimismo, gracias a la presencia de vegetación, este tipo de cubierta modifica también la situación ambiental externa, reduciendo el efecto «isla de calor» y mejorando el flujo de agua de lluvia.
Según las características geométricas de la cubierta, la norma UNI 8627:2019 distingue entre cubiertas planas e inclinadas.
Los esquemas funcionales posibles incluyen:
Sin embargo, también se puede construir una cubierta verde sobre superficies inclinadas con una pendiente no superior a 30°. Esta solución exige incluir elementos accesorios, que reducen los efectos negativos de la pendiente, pero aumentan los costes de construcción.
Las cubiertas planas, por el contrario, requieren colocar una capa drenante eficaz, y que cumpla con los requisitos de la vegetación y la exigencia de eliminar el agua de lluvia.
En la norma UNI 8089 figura la definición de «cubierta» como elemento constructivo que tiene la función de cerrar la parte superior de la envolvente del edificio. El techo debe crear condiciones internas termohigrométricas y acústicas estables, que propicien el bienestar ambiental.
La norma técnica UNI 8178 distingue entre cubiertas continuas y discontinuas. En el primer caso, la estanqueidad se garantiza mediante elementos técnicos adecuados; en el segundo, esta exigencia se cumple en función de la pendiente de la cubierta, los elementos estructurales y la disposición geométrica.