Las ciudades son el corazón palpitante de nuestra sociedad: lugares de innovación, cultura y crecimiento económico. Sin embargo, también son responsables de más del 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Ante la crisis climática, las zonas urbanas deben reinventarse para ser más sostenibles, resilientes y habitables. La Misión Cien ciudades climáticamente neutras para 2030 se erige como uno de los proyectos más ambiciosos para acelerar esta transformación, proponiendo un modelo innovador de gobernanza y acción compartida.
Sumario:
La Comisión Europea puso en marcha en 2022, en el marco del programa Horizonte Europa (Horizon Europe), la misión «100 ciudades climáticamente neutras e inteligentes para 2030», con el objetivo de conducir a 100 ciudades europeas hacia la neutralidad climática en 2030. Este proyecto es un banco de pruebas para las políticas climáticas, ya que ofrece un modelo que puede reproducirse en otros lugares.
De estas 100 ciudades seleccionadas, 7 son españolas: Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza y 9 son italianas: Bérgamo, Bolonia, Florencia, Milán, Padua, Parma, Prato, Roma y Turín. Todas estas ciudades se han comprometido a desarrollar y aplicar un «Climate City Contract» (CCC), es decir, un contrato que combina compromisos estratégicos, un plan de acción detallado y un plan de inversiones.
El «Climate City Contract» es un instrumento innovador que implica a gobiernos locales, empresas privadas, instituciones públicas y ciudadanos en un proceso de transformación colectiva. El contrato se organiza en tres componentes principales:
Los edificios están en el núcleo de la transformación urbana ya que son una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero para las ciudades, sin embargo, también ofrecen enormes oportunidades para mejorar la eficiencia energética y fomentar el uso de tecnologías sostenibles.
Los edificios del futuro deben diseñarse para minimizar el consumo de energía, aprovechando soluciones innovadoras como el aislamiento térmico avanzado, el uso de energías renovables y los sistemas inteligentes de gestión de la energía. La modernización del actual conjunto de edificaciones es una prioridad, con intervenciones para mejorar el rendimiento energético y reducir los residuos.
Las técnicas de construcción off-site con componentes prefabricados en fábrica ofrecen ventajas significativas en términos de rapidez, sostenibilidad y reducción de residuos. Estas soluciones están resultando especialmente eficaces en las ciudades italianas que participan en La Misión.
Las infraestructuras verdes, como los parques urbanos y los tejados verdes, no sólo mejoran la calidad del aire y reducen las islas de calor urbanas, sino que también proporcionan espacios de reunión para la comunidad. Es por eso por lo que la remodelación de los espacios públicos es esencial para que las ciudades sean más habitables y resilientes.
Bérgamo
Bérgamo ha emprendido una ambiciosa senda de reconversión climática, con actuaciones dirigidas a la sostenibilidad energética y la movilidad. Entre las acciones clave figuran:
Bolonia
Bolonia es una de las ciudades líderes en la transición climática. Su «Climate City Contract» incluye 241 acciones que abarcan sectores clave como la construcción, el transporte y la gestión de residuos. Entre los proyectos más relevantes están:
Florencia
Florencia fue una de las primeras ciudades italianas en recibir la «Etiqueta Verde» de la Comisión Europea. Su compromiso con este proyecto establece:
Milán
Milán destaca por el uso de tecnologías digitales para controlar y optimizar el consumo de energía. Entre los proyectos más destacados figuran:
Padua
Padua aspira a una transformación urbana sostenible centrada en la gestión inteligente de los recursos. Las iniciativas incluyen:
Parma
Parma participa en proyectos para reducir las emisiones y aumentar la calidad de vida. Las acciones incluyen:
Prato
Prato está a la vanguardia de la gestión de residuos y la economía circular. Entre las iniciativas clave se incluyen:
Roma
Roma, con su inmensidad, se enfrenta a retos únicos para la neutralidad climática. Las acciones estratégicas incluyen:
Turín
Turín se centra en la innovación y la resiliencia urbana. Entre los proyectos:
Barreras tecnológicas y financieras
La transición climática requiere enormes inversiones. Las ciudades deben atraer capital privado y hacer el mejor uso posible de los fondos públicos disponibles. Además, hay que superar las barreras tecnológicas que dificultan la aplicación de nuevas soluciones.
Cultura y participación ciudadana
El cambio cultural es crucial para el éxito de la transición. Las ciudades están invirtiendo en proyectos participativos, como las asambleas climáticas municipales, para implicar activamente a la población y promover estilos de vida sostenibles.
La Misión «100 Ciudades Climáticamente Neutras e Inteligentes para 2030» representa un reto ambicioso, pero también una oportunidad única para repensar las ciudades de forma sostenible. Los resultados alcanzados por las nueve ciudades italianas participantes ofrecen un modelo replicable para otras realidades, demostrando que la transición climática no solo es posible, sino que puede generar beneficios económicos, sociales y medioambientales.
Para conocer mejor las iniciativas de las ciudades italianas y participar en la transformación, visite los portales dedicados o asista a los actos organizados en el marco de la Misión.
Visión de futuro: integrar más la sostenibilidad y la innovación
Para garantizar que la misión siga inspirando a las nuevas generaciones de planificadores y administradores, es crucial integrar enfoques colaborativos que miren más allá de 2030. El uso de tecnologías avanzadas, como el Internet y la Inteligencia Artificial, podría mejorar la eficacia de los sistemas urbanos, haciéndolos aún más resilientes. Además, ampliar el acceso a plataformas educativas para ciudadanos y empresas es crucial para consolidar una cultura compartida de sostenibilidad.
Fuentes