En esta entrevista, nos hablan de su perspectiva sobre el paisajismo en el espacio urbano y las “ciudades verdes”.
¿Cómo entendéis el espacio urbano?
Lo analizamos constantemente en cada proyecto, en cada documental, en cada texto, y nunca lo vemos de la misma manera. Congregamos con las palabras de Manuel Delgado: “Un espacio público, más que un lugar de paso, es una manera de pasar”.
¿Con qué tipo de arquitectura os identificáis?
Con la que da respuestas sencillas a problemas complejos. Con la que conversa con el paisaje sin gritarle. Con la que no sabríamos explicar por qué pero nos emociona.
¿Qué metodología seguís para conceptualizar los proyectos?
No tenemos un método estandarizado. En cada proyecto empezamos de forma distinta y avanzamos escuchando, sobre todo al paisaje.
¿A través de qué elementos integráis la ciudad y la naturaleza?
Trabajamos para que estos dos conceptos no sean antagónicos. Tampoco queremos que sean simplemente coexistentes. Buscamos la manera de que establezcan entre ellos una relación mutual, como la que tienen muchos organismos entre ellos. Yo te ayudo a ti y tú me ayudas a mí.
¿Cómo consideráis que el paisajismo puede cambiar las ciudades?
Si el paisajismo puede cambiar las ciudades no será simplemente porque puede hacerlas más verdes y más bonitas, será porque se impondrá como una nueva manera de mirar. El paisajismo, más que una profesión es, en esencia, una actitud.
¿Cómo os imagináis la “ciudad verde” dentro de unos 10 años?
En diez años, no mucho más verde. En 100 quizás se note ya el cambio. Debemos trabajar siempre pensando en los que vendrán. Proyectar con la naturaleza es proyectar con una escala de tiempo adaptada a otros ritmos vitales, no solo al nuestro.
¿Qué elementos creéis que transforman completamente la imagen de un espacio público? ¿Con qué elementos consideráis que se puede modificar la imagen de un espacio público dedicado a la ciudad?
Con la gente. Sin gente no hay espacio público que valga. Conseguir esa vitalidad, en los términos que definía Jane Jacobs ya en los años 60, y que otros muchos han seguido, debe ser el objetivo de todos los proyectos de espacio público.Eso puede significar una superficie dura con poco más, o un auténtico vergel, depende.
¿Qué espacios debería de ofrecer una ciudad a sus ciudadanos?
Espacios diversos. La calidad de vida consiste en poder elegir. La garantía de un sistema (el de espacios públicos también) se basa principalmente en su diversidad. Eso le da robustez y le permite afrontar los cambios futuros con más posibilidades de supervivencia.
¿Qué espacios creéis que podrían aparecer e incorporarse en las ciudades que hoy en día no estén?
Contestar a esta pregunta después del verano condiciona mucho la respuesta. Las ciudades son muy poco amables con los niños y con la gente mayor. Eso se ve muy claro cuando has pasado las vacaciones en un pueblo. Allí los niños se sienten libres y los mayores pueden vivir en sintonía con su parsimonia. Eso es lo que falta.
¿Cómo se puede hacer paisaje dentro de la ciudad?
Antes hablábamos de que el paisaje es más una actitud que una profesión, por lo que está disponible para todos los que la quieran adoptar y practicar. Michel Corajoud, el paisajista francés, decía que intervenir en un paisaje es como hacerlo en una conversación ya iniciada. Para que se escuche nuestra voz podemos hacerlo interrumpiendo a todos a gritos, o podemos optar por escuchar pacientemente a los demás, pensar con calma lo que vamos a decir, y esperar el mejor momento para intervenir. Eso si es que creemos que lo que vamos a decir valdrá la pena.
¿Qué zonas de Barcelona consideráis que tienen potencial para desarrollar espacio verde entendido como paisaje?
Todas. No hay un rincón de la ciudad que no pueda ser repensado en términos de renovar su relación con la naturaleza. Limitar el nuevo espacio verde a los proyectos de reurbanización, estén donde estén, es poca cosa. Necesitamos más. Mucho más.
¿Qué papel pueden jugar las cubiertas verdes dentro de la “ciudad verde”?
Todos sabemos ya los beneficios que aportan las cubiertas verdes. Lo importante ahora no son las “ideas verdes”, sino la capacidad de llevarlas a cabo. Hay que pasar a la acción y esa debe ser la prioridad de todos. Pensar no solo en espacios verdes como unidades independientes, sino con una mirada más amplia, dentro de una globalidad de acciones que mejoren nuestras ciudades.
Estaría bien que esta pregunta se la hicierais también a los pájaros, creo que a todos nos interesaría su respuesta.
Crédito de imagen: scob arquitectura y paisaje
