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Eliminación de amianto y renovación de cubiertas con paneles aislantes

Escrito por Rocco Traini - Coordinación del Departamento Técnico | Apr 20, 2022 1:06:24 PM

En España la utilización y comercialización del amianto está prohibida desde 2002 tras la Orden ministerial del 7 de diciembre de 2001 por la que se modifica el anexo I del Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre, sobre limitaciones a la comercialización y al uso de ciertas sustancias y preparados peligrosos. Desde entonces se han iniciado acciones para la eliminación del amianto, abriendo el mercado de la construcción a nuevas soluciones: desde el fibrocemento ecológico hasta los paneles aislantes para cubiertas.

El amianto ha sido ampliamente utilizado en el sector de la construcción, particularmente durante el auge económico — entre 1960 y 1990 — debido a sus excepcionales propiedades de:

  • resistencia al fuego,
  • aislamiento térmico y eléctrico,
  • capacidad de absorción de sonido,
  • facilidad de procesamiento gracias a la estructura fibrosa,
  • resistencia a los ácidos y a la tracción,
  • facilidad de mezcla con otras sustancias como el cemento.

Dadas sus características, no es de extrañar que encontrara un amplio uso en los campos de la Construcción, la Industria y el Transporte en forma de innumerables elementos. Exceptuando, el ser declarado muy peligroso para la salud humana.

¿Qué es el amianto y por qué es peligroso?

El amianto es un material de origen natural con estructura microcristalina y aspecto fibroso. Su nombre deriva del griego asbesto que significa “que nunca se apaga” y se obtiene a través de una actividad de extracción.

El peligro del amianto es inherente a la capacidad que tiene el material para liberar fibras que potencialmente pueden ser inhaladas por el ser humano. Una sola fibra de amianto es suficiente para causar enfermedades respiratorias graves.

Sin embargo, la peligrosidad de este material natural está ligada al estado de conservación, ya que es nocivo cuando comienza a degradarse y dispersa sus fibras en el medio ambiente como consecuencia de acciones mecánicas, eólicas, térmicas o pluviales. 

El amianto definido como friable -que puede reducirse a polvo mediante una acción manual- es significativamente más peligroso que el amianto compacto que, por su naturaleza, tiene poca tendencia a liberar fibras en el aire.

El caso Eternit

El bajo coste del amianto combinado con la facilidad de procesamiento había llevado a la experimentación con mezclas con otros materiales y su uso a gran escala.

Así, en 1901, el austriaco Ludwig Hatschek patentó un nuevo material de construcción obtenido mediante el procesamiento del cemento con amianto, dándole el nombre de Eternit, que significa eterno.

Los productos obtenidos del fibrocemento Eternit se utilizaban en la construcción para cubiertas de edificios, en forma de placas planas, corrugadas o tejas — tanto para viviendas particulares como naves industriales — o como aislamiento de tuberías.

Se extendió rápidamente por todas partes, por lo que aún hoy existen varios edificios que muestran rastros de Eternit.

Inicialmente, no se conocía el peligro del polvo de amianto que se esparcía en el aire cuando el Eternit comenzaba a desgastarse y desmoronarse. Lo cierto es que fue descubierto mucho antes de que se prohibiera el Eternit en España.

A partir de ese momento, se ha iniciado la retirada obligatoria del Eternit y del amianto de los edificios,  cuando se encuentran en estado de deterioro, mediante un programa de desmantelamiento y notificación simultánea a la autoridad laboral competente en materia de seguridad y salud para comunicar la presencia de material peligroso.

El procedimiento de eliminación de amianto

El procedimiento para retirar y desechar el amianto (o Eternit) es una operación delicada ya que, al estar formado por diminutas fibras, puede ser inhalado fácilmente.

Por lo tanto, se debe de llevar a cabo teniendo en cuenta la seguridad del personal especializado, que debe:

  • realizar una inspección para verificar la presencia de amianto;
  • preparar y enviar la documentación para los permisos necesarios a la autoridad local en materia de seguridad y salud;
  • realizar el encapsulado del amianto cubriéndolo con productos penetrantes o de precinto;
  • recuperar las superficies circundantes sobre las que se colocó el producto de amianto;
  • quitar el producto;
  • realizar la deposición del amianto en centros de almacenamiento o vertederos autorizados.
Se recomienda el saneamiento del amianto mediante encapsulación en superficies externas e internas en buen estado de conservación, de difícil acceso y de reducido espesor. Se realiza por proyección, utilizando imprimaciones y una capa protectora aislante. No obstante, cuando se trata de material deteriorado, es obligatorio proceder a su retirada.

Una alternativa al Eternit: cubiertas con paneles sándwich

El desmantelamiento del amianto ha provocado que se abran nuevos escenarios que han permitido reemplazar un material tan eficaz y económico como lo había sido hasta entonces el Eternit por otras soluciones.

A lo largo de los años, se han multiplicado los materiales innovadores, sostenibles y de gran rendimiento capaces de sustituir al amianto en la construcción, en particular el Eternit para cubiertas.

Una alternativa son los paneles aislantes, que se pueden utilizar tanto para cubiertas planas como inclinadas.

Los paneles Isodomus imitación teja que propone Isopan, por ejemplo, son paneles aislantes cuyo acabado superficial está formado por una capa superior de chapa que simula el aspecto clásico de las tejas.

Esta solución conserva la elegancia de las formas tradicionales, al mismo tiempo que ofrece un rendimiento notable gracias a la capa de poliuretano expandido.

Es una solución constructiva adecuada tanto para edificios residenciales como comerciales o industriales. Además, se puede aplicar sobre cualquier tipo de estructura de cubierta gracias a que los paneles aislantes son ligeros, duraderos, impermeables y fáciles de instalar.

 

Se ha visto cómo las prestaciones del amianto y la facilidad de procesamiento, combinadas con el bajo coste, habían llevado durante décadas a que este material se inmiscuyera en todos los sectores para diferentes usos: desde la construcción, con el Eternit, hasta el transporte y la vestimenta.

El contratiempo provocado por las gravísimas consecuencias para la salud humana ha abierto nuevos escenarios especialmente en el ámbito de la construcción. Las cubiertas con paneles aislantes representan hoy en día una solución óptima que combina altas prestaciones, facilidad de uso y versatilidad.